tipos de carillas dentales

Principales tipos de carillas dentales

Las carillas dentales son uno de los tratamientos con mayor demanda dentro de la Odontología Estética. Este tratamiento permite mejorar sustancialmente el aspecto de los dientes de forma muy rápida y eficaz. Por ello, vamos a explicar los principales tipos de carillas dentales.

¿Qué son las carillas dentales y cuándo se utilizan?

Las carillas dentales son unas finas láminas de porcelana o composite que se adhieren al diente para mejorar su aspecto estético. Estas láminas se colocan en la cara vestibular de los dientes frontales, para que sean más visibles cuando sonreímos. Por tanto, su objetivo no es el de mejorar la funcionalidad sino dar un aspecto más armónico.

Son elementos que se crean a medida de cada paciente con el fin de que sean los más naturales posible al colocarse junto al resto de dientes. Por ello, su función es mejorar el aspecto de las piezas dentales con las que no estamos totalmente conformes debido a su color, forma, tamaño o posición.

Las carillas dentales se usan para corregir defectos tan comunes como los dientes torcidos, rotos, separados (diastemas)con manchas, irregulares o desgastados. Por ejemplo, es una alternativa a la ortodoncia en caso de que una persona quiera cambiar la forma de sus dientes. 

Tipos de carillas dentales y sus materiales

Existen diferentes materiales con los que se confeccionan las carillas dentales. Veamos cuáles son los más importantes.

Carillas de porcelana o cerámica

En la actualidad, existen dos tipos de carillas de porcelana: 

Ultrafinas

Las carillas de porcelana son las de más calidad y duración. Es por ello que es el material que más utilizan las clínicas dentales. La resistencia de las carillas ultrafinas se debe a la porcelana inyectada.

De estas carillas estéticas hay dos marcas que están por encima del resto las carillas Lumineers y las e.max. Estas láminas tienen un grosor similar al de una lentilla, entre los 0,3 y 1 milímetros

En función de cómo sea la pieza sobre la que va colocada la carilla, quizá se requiere un mínimo contorneado de la misma, aunque no en todos los casos. Gracias a los avances en tecnología, la fabricación de las carillas estéticas se realiza en menos 72 horas. 

Así, en caso de rotura o complicación, los protésicos que trabajan en el laboratorio dental pueden volver a confeccionar una carilla sin que el paciente tenga la necesidad de desplazarse de nuevo a la clínica. 

Zirconio

El zirconio es un material muy resistente y ofrece unos resultados más estéticos, se utiliza en circunstancias muy concretas en el caso de las carillas. Esto se debe a que su grosor es mayor y son más opacas que las carillas ultrafinas. 

Es habitual que el dentista recomiende el uso de carillas de zirconio si un paciente tiene un perno metálico en su pieza dental que no puede ser retirado.  No obstante, es un material muy utilizado para fabricar coronas dentales, por su aspecto natural. 

Composite

Las carillas de composite también ofrecen un buen resultado estético para el paciente, pero el material con el que están elaboradas hace que sean menos duraderas que las de porcelana.

Por este motivo, las carillas de composite se usan en dos casos muy concretos: cuando la corrección es especialmente sencilla o cuando el pacientes es muy joven. Esto último se debe a que el tratamiento con carillas de porcelana es mejor llevarlo a cabo una vez que se ha completado el crecimiento, a partir de los 18 años. Así, si lo desean, el dentista puede retirarlas en el futuro de una manera muy sencilla y adherir, posteriormente, las de porcelana.

El composite ofrece resultados muy reales cuando es necesario modificar levemente el tamaño, forma o color del diente, y también para cerrar troneras (pequeños triángulos negros que aparecen entre diente y diente).

Ventajas y desventajas de las carillas de porcelana y composite

Dado que las carillas dentales más utilizadas son las de porcelana y las de composite, vamos a detallar los beneficios e inconvenientes de cada una de ellas.

Duración y resistencia 

Las carillas de porcelana tienen una duración mayor que las de composite, pudiendo resistir hasta 15 años. Además no pierden su color ni se tiñen. Esta duración depende de que el paciente siga las instrucciones de su odontólogo para su mantenimiento.

Sin embargo, cada vez gana más importancia la idea de que las carillas sean para siempre, ya que existen diversos estudios que afirman que estas carillas pueden llegar a durar entre 25 ó 30 años.

En el otro lado, la duración de las carillas de composite es de un máximo de cinco años. Para llegar a este plazo, es necesario acudir a revisiones de mantenimiento y que el dentista realice el pulido de las carillas.

Al ser el composite un material que se tiñe con el tiempo, los alimentos y bebidas con mucha coloración (vino tinto, café, frutos rojos, chocolate negro…) así como el tabaco no ayudan a mantenerlo en buen estado.

Reparación 

Es muy poco probable que una carilla de cerámica o porcelana sufra alguna fractura. Sin embargo, el paciente puede tener la tranquilidad de que cualquier daño será reparado rápidamente. 

Las carillas de composite pueden reconstruirse fácilmente en la clínica dental, mientras que las de porcelana se confeccionan en el laboratorio. 

Precio

Por las características que ya hemos mencionado resistencia y estética, las carillas de porcelana sean más caras que las de composite. No obstante, en caso de que un paciente desee obtener mayores beneficios a largo plazo, es recomendable que opte por carillas de cerámica.

Aunque el coste inicial sea más alto, podremos tenerlas de forma casi permanente y con un resultado mucho más estético con el pasar de los años. 

En cambio, las de composite son más baratas pero requieren ser reemplazadas en menos tiempo.

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