El sangrado dental pueden ser una señal de que podemos estar sufriendo o estamos en riesgo de padecer una enfermedad periodontal. El sangrado persistente de las encías se puede deber a la acumulación de placa en los dientes, aunque también puede ser una señal de algún problema médico más grave. Veamos con más profundidad el tema.
Causas del sangrado dental
Puede que nuestro ímpetu a la hora de cepillarnos los dientes nos haya causado alguna vez irritación en las encías e incluso llegar al sangrado. Puede ser algo muy puntual, ya que la causa más habitual del sangrado de las encías suele ser la acumulación de placa en la línea de la encía. Esto es lo que provoca la llamada gingivitis o encías inflamadas. De hecho, las encías sangrantes son un claro síntoma de inflamación de este tejido, algo que suele producirse por la acumulación de placa bacteriana.
La placa cuando no se retira se va endureciendo, penetrando en los tejidos gingivales, y se termina convirtiendo en sarro. Esto provocará el sangrado y si persiste en el tiempo será una enfermedad periodontal y del hueso mandibular conocida como periodontitis, llegando incluso provocar la pérdida del diente, afectando también a la salud general, con una posible incidencia negativa de las bacterias en el sistema respiratorio y cardiovascular.
No sólo la falta de una higiene adecuada puede desencadenar este proceso inflamatorio y de sangrado, sino que hay otros motivos que pueden llegar a desencadenarlo como el consumo de alcohol, el tabaco, la propia genética del paciente, una alimentación alejada de lo saludable o una situación de estrés, entre otros.
Otras causas que pueden causar el sangrado pueden ser:
- Cualquier trastorno hemorrágico
- Cepillarse con mucha fuerza
- Cambios hormonales durante el embarazo
- Problemas hormonales en los ciclos premenstruales
- Prótesis u otros aparatos dentales mal ajustados
- Mal uso del hilo dental
- Tomar medicamentos como anticonceptivos o antiepilépticos
- Infección, que puede estar tanto en los dientes como en las encías
- Leucemia, un tipo de cáncer en la sangre
- Escorbuto, una deficiencia de vitamina C
- Uso de anticoagulantes
- Deficiencia de vitamina K
Pero sin duda, como ya hemos mencionado, la principal causa del sangrado es una mala higiene bucal, que lleva a la acumulación de sarro, que irrita las encías.
¿Es normal el sangrado de encías puntual?
Una encía que esté sana no debe sangrar. El enrojecimiento de la encía, el sangrado espontáneo o durante el cepillado es un signo de inflamación. Para evitarlo es necesario tener una higiene bucodental buena, basada en una técnica de cepillado correcta durante dos minutos, al menos dos veces al día (o recomendamos nuestro artículo de cómo lavarse los dientes). Además, es recomendable realizar visitas periódicas al odontólogo para la revisión.
El sangrado de encías siempre es indicativo de inflamación gingival, por lo que debe alertarnos de la posible presencia de una patología. Otra cosa es que se produzca un sangrado después de un traumatismo muy concreto.
Cómo tratar el sangrado
Ante la detección de encías sangrantes, el primer paso que debemos dar es el de acudir al odontólogo para que pueda revisar y diagnosticar las causas que están produciendo esa irritación. Cuanto antes se detecte el problema, más sencilla y más rápida será la solución. Es recomendable visitar al dentista al menos cada 6 meses para remover la placa y seguir las recomendaciones que nos dé para los cuidados en casa.
Cepillarse los dientes con suavidad con un cepillo de cerdas suaves al menos dos veces al día, especialmente después de cada comida. También, utilizar el hilo dental dos veces al día puede prevenir la acumulación de placa.
Por supuesto, otras soluciones pasan por mejorar y reforzar nuestros hábitos de higiene bucodental, dejar el tabaco si somos fumadores, reducir el consumo de alcohol y cuidar mucho nuestra alimentación, incluyendo productos como frutas y verduras, ricos en vitamina C, y reduciendo la ingesta de otros con alto contenido de azúcar. Puede ayudar seguir una dieta saludable y balanceada y evitar en lo posible los refrigerios entre las comidas y reducir el consumo de carbohidratos.
Otros consejos para ayudar con las encías sangrantes:
- No consumir tabaco ya que agrava el sangrado de las encías. El consumo de tabaco también puede ocultar otros problemas que causan sangrado en las encías.
- Controlar el sangrado dental aplicando presión directamente sobre la encía con una gasa humedecida en agua helada.
- Si nos han diagnosticado una deficiencia de vitaminas, tomar los suplementos vitamínicos.
- Evitar el uso de ácido acetilsalicílico (aspirina).
- Si los efectos secundarios de un medicamento están causando el sangrado, solicitar el cambio por otro medicamento.
- Utilizar un dispositivo de irrigación oral en la configuración baja para masajear las encías
- Acudir a su dentista si la prótesis dental u otros aparatos dentales no se ajustan bien o si están causando puntos dolorosos en las encías.
- Seguir las instrucciones de su dentista sobre cómo cepillarse y usar la seda dental para que evite lastimarse las encías.
¿Qué tipo de cepillo de dientes se recomienda?
Lo importante es que el paciente use el cepillo dental, algunos factores relacionados con una correcta higiene son la técnica, el tiempo dedicado y la frecuencia, que tiene relación con la motivación del paciente.
En este aspecto, los cepillos eléctricos con tecnología oscilante rotacional han mostrado mayor aceptación, ya que permiten la eliminación de la placa bacteriana de forma mucho más eficaz y sencilla y un mejor control del tiempo de uso del dispositivo.
Si sangran las encías habitualmente, hay que ver la posible causa y aplicar el tratamiento que se considere necesario. Debe ser el dentista el que te aconseje el cepillo más adecuado en tu caso, según sean las características de tu boca. Desde luego que evitar el sangrado utilizando un cepillo muy suave o blando no solucionará el problema, sino que lo perpetuará