Muchas personas sufren de sequedad de boca por diversos motivos. Sin duda es algo que no resulta cómodo y que se puede deber a varias causas, y puede ser señal de que algo más grave puede estar ocurriendo. En este artículo vamos a hablar sobre la sequedad bucal, sus causas y cómo tratarla.
Aspectos generales
Las glándulas salivales son las encargadas de producir la saliva, que es muy importante para mantener la salude de la boca. La saliva humedece y descompone los alimentos, limpia las partículas de comida de los dientes y las encías, y ayuda a tragar. Además, la saliva contiene minerales, como el calcio y el fosfato, que ayudan a mantener los dientes fuertes y a combatir la caries dental. Para más información, podéis leer nuestro artículo para qué sirve la saliva.
La boca seca, también llamada xerostomía, es un problema médico en el que no se tiene suficiente saliva para mantener la boca húmeda. Cualquiera puede tener la boca seca de vez en cuando, por ejemplo, cuando está nervioso o estresado. Sin embargo, cuando la sequedad en la boca persiste, puede hacer que sea más difícil masticar, tragar y hasta hablar. La sequedad bucal también aumenta el riesgo de caries o infecciones causadas por hongos en la boca porque la saliva ayuda a controlar los gérmenes dañinos.
Tener la boca seca no es una parte normal del envejecimiento. Si cree que tiene sequedad bucal, consulte al dentista o médico para averiguar por qué tiene la boca seca.
Por qué se produce la sequedad de boca
La sequedad bucal es un problema que puede hacer sentir molestias al tragar, comer o hablar. Se trata de una afección que impide producir suficiente saliva para mantener la boca hidratada.
Dentro de las causas, puede ser por el efecto secundario de tomar algunos médicos. Si esto ocurre lo recomendable es ir al médico para que nos recomiende alguna alternativa pero nunca dejar de tomarlo. La sequedad bucal también puede ser síntoma de enfermedades como la diabetes, por lo debes informar tu dentista de la sequedad de boca si se convierte en un problema.
Causas de la sequedad bucal
El estrés y la ansiedad también pueden contribuir a que la boca se quede seca. Es importante que hablar con el dentista sobre cualquier problema, ya que cualquier factor que genere tener la boca seca también aumenta el riesgo de desembocar en una enfermedad periodontal.
El dentista podrá darnos consejos sobre cuidar especialmente nuestra higiene bucal diaria y que programemos una limpieza dental adicional en periodos de mayor riesgo, como durante embarazos o antes de comenzar una quimioterapia.
Si sufrimos síntomas de sequedad bucal frecuentemente, puede deberse, como ya hemos dicho, a que hemos empezado a tomar algún tipo de medicación. Los medicamentos son la causa principal de la sequedad bucal. Aunque es probable que no podamos dejar de tomar la medicación, y debamos mantener informado al dentista cuando se produzca algún cambio en el estado de salud general. Por ejemplo, los antidepresivos, antihistamínicos, antiinflamatorios y antihipertensivos son solo algunos de los muchos tipos de medicamentos que pueden contribuir a la sequedad bucal.
Además, las enfermedades crónicas como la diabetes, la insuficiencia renal o el lupus, y los tratamientos médicos como la quimioterapia o la radioterapia también pueden provocar sequedad bucal.
Si la sequedad bucal persistente, debemos consultar al médico si podemos reducir la dosis del medicamento causante del problema o cambiar de medicación. Cada paciente responde de manera diferente a los medicamentos, por lo que cambiar tu medicación por otra que cumpla el mismo fin puede ofrecer los mismos beneficios y provocar menos sequedad bucal.
Problemas médicos relacionados a la sequedad bucal
La mayoría de nosotros no pensamos en la humedad de nuestra boca hasta que sufrimos sequedad bucal. Existen varios factores que pueden causar sequedad bucal, también conocida como xerostomía, entre ellos:
- Tratamientos contra el cáncer: si padeces algún tipo de cáncer de cabeza o cuello y recibes radioterapia, la sequedad bucal es un efecto secundario habitual ya que, además de destruir el cáncer, la radiación daña las glándulas salivales. Algunos medicamentos para tratar el cáncer en cualquier parte del cuerpo también pueden provocar sequedad bucal.
- Medicamentos con receta: cientos de medicamentos de consumo habitual, como muchos antidepresivos y fármacos contra la hipertensión, pueden contribuir a la sequedad bucal. Si los medicamentos que tomas te hacen sentir la boca seca, asegúrate de cepillarte bien los dientes y usar hilo dental.
- Lesiones nerviosas: algunos tipos de lesiones en la cabeza o el cuello pueden dañar los nervios específicos que envían las señales a las glándulas salivales para que produzcan saliva.
- Enfermedades crónicas: la diabetes, el VIH/sida y la enfermedad de Parkinson son algunas de las enfermedades que pueden contribuir a una sequedad bucal crónica. Algunas personas mayores sufren síndrome de Sjogren, una enfermedad autoinmune caracterizada por sequedad ocular y bucal extrema. El síndrome de Sjogren afecta a personas mayores y es más común en las mujeres que en los hombres. La causa exacta no está clara, pero si tú o alguien que conoces desarrolla el síndrome, es extremadamente importante prestar atención a la sequedad bucal. Aunque cuente con un largo historial de higiene dental, una persona puede padecer caries simplemente por la excesiva falta de saliva asociada a esta afección.
- Consumo de drogas: el consumo de metanfetaminas se ha asociado a la sequedad bucal.
Síntomas de la sequedad bucal
La sequedad de boca puede hacer que resulte difícil tragar, masticar alimentos o hablar con claridad. Con la sequedad en la boca, los dientes pueden desarrollar caries rápidamente y, a veces, no hay síntomas que alerten de ella. La sequedad bucal sin tratar también puede contribuir al mal aliento y, a veces, los demás pueden notar el desagradable olor.
- Sensación de sequedad o pegajosidad en la boca, como si estuviera llena de bolas de algodón.
- Sensación de ardor en la boca o la lengua, que a veces parece estar tan seca como la suela de un zapato.
- Dificultad o molestia al masticar, tragar o hablar.
- Sequedad en los labios y la garganta, y llagas en la boca.