Cualquier alteración en la apariencia de nuestra boca puede ser un indicativo de un problema de salud bucodental. Sobre todo cuando aparecen bultos en la encía de origen desconocido, es posible que nos alarmemos. En este artículo vamos a hablar concretamente del épulis dental, una protuberancia de la encía que puede crecer muy rápidamente. Aunque en la mayoría de los casos se trata de un bulto con carácter benigno, es importante controlarlo y acudir al médico, ya que puede convertirse en un tumor maligno.
¿Qué es el épulis dental?
El épulis dental es un bulto o quiste que aparece normalmente en la encía, aunque puede salir en cualquier otro tejido blando de la boca. Se caracteriza por ser blando y flácido, por lo que no es de extrañar que tenga fisuras y sangre.
Suele ser doloroso en casi todos los casos y de forma general aparece sobre todo en personas mayores de 65 años y, puntualmente, en mujeres embarazadas.
Causas del épulis dental
Como acabamos de adelantar, este tipo de quistes aparecen en personas mayores o mujeres que están en mitad de su gestación.
Prótesis dental mal ajustada
Habitualmente, el épulis es consecuencia de una irritación bucal continuada en el tiempo provocada por algún elemento externo.
Por ello, el épulis por prótesis dental es la causa más frecuente, concretamente debido a la prótesis completa o comúnmente conocida como dentadura postiza de toda la vida.
Cuando este tipo de dentaduras no están debidamente ajustadas, generan roces y molestias en la mucosa que, con el paso del tiempo, van creando el épulis gingival.
Dado que la prótesis no cuenta con la sujeción que necesitan, se mueven cuando el paciente está comiendo o hablando, irritando las zonas sensibles de la boca.
Ello, además, implica otra serie de molestias para la persona, ya que nota un cuerpo extraño y muy incómodo.
Y es que, de todos los tipos de prótesis -fijos y removibles- que existen, la dentadura postiza es la que presenta más limitaciones en su estabilidad.
Es habitual que la lleven pacientes edéntulos, es decir, que no tienen ninguna pieza dental pues las han perdido por diferentes motivos.
Embarazo
El periodo de gestación implica numerosos cambios hormonales para la mujer, no solo a nivel de la salud general, sino también oral.
Durante el embarazo, es común ver cómo se desarrolla diabetes gestacional, problemas de encías (gingivitis) o incluso épulis bucal.
Tipos de épulis dental
Una vez detallado qué es el épulis dental y cuáles son las causas principales que lo provoca, te vamos a detallar los tipos que existen:
Épulis fisurado
Se trata del bulto más común pues, como hemos explicado, tiene su origen en la irritación que provoca una dentadura postiza.
Épulis del embarazo
Como te hemos adelantado, este tipo de épulis está originado por el cambio hormonal propio de la gestación.
Suele aparecer en el primer trimestre de embarazo y, al igual que otras alteraciones bucales provocadas por el embarazo, desaparece por sí mismo tras el parto.
Épulis congénito
No es el más habitual, pero es posible encontrar a bebés recién nacidos con estos bultos en la encía.
Suelen desaparecer de forma espontánea, pero es recomendable consultar con el pediatra la posibilidad de extirparlo.
Dependiendo de su tamaño y ubicación dentro de la boca, puede dificultar determinadas funciones como la respiración y la alimentación.
Épulis de células gigantes
Por último, encontramos épulis que aparecen en personas jóvenes y no debido a una prótesis, sino a un tratamiento dental.
En concreto, pueden salir debido a complicaciones tras realizar la extracción de un diente.
También puede ser consecuencia de una higiene deficiente y a la acumulación de sarro en la encía.
Tratamiento para el épulis
El control profesional y la revisión por parte de un médico u odontólogo es muy importante si advertimos la presencia del épulis dental en nuestra boca.
Y es que, como te hemos explicado al inicio de este artículo, este bulto es susceptible de convertirse en un tumor.
Para determinar si el quiste va a generar problemas al paciente, el especialista deberá realizar un diagnóstico a través de una biopsia en la lesión.
En caso de considerar que es conveniente quitar el épulis, la técnica más habitual para hacerlo es mediante una extirpación quirúrgica.
Eso sí, el tipo de épulis provocado por el embarazo no se extirpa, dado que desaparecerá espontáneamente cuando la paciente de a luz.
